“La Tierra es ahora nuestro único accionista”, declaró Yvon Chouinard tras donar su empresa internacional, Patagonia, a una organización benéfica dedicada al cuidado del medioambiente.
Cuidar de nuestro hogar es una misión que depende de todos.
Sí, esta tarea es tan vital que reside en ti y en todas las empresas del mundo.
Y la mejor prueba de ello acaba de dárnosla un empresario, que se considera un rebelde que ama el surf y la naturaleza.
La historia y esfuerzo de este peculiar empresario es por demás increíble.
Es hijo de un mecánico y plomero.
Su origen humilde le hizo aprender desde muy joven la importancia de ahorrar para acceder a un mejor futuro.
Desde los 14 años, en los años sesenta, comenzó su carrera como escalador en el Valle de Yosemite, en California.
Para conseguir dinero, Yvon recolectaba botellas de plástico, vendía equipos de escalada y se alimentaba con latas de comida para gatos.
Fue tras un viaje a Escocia que compró unas camisas de rugby para venderlas.
Sin sospecharlo, esa acción sería la semilla que daría pie a una de las empresas de ropa deportiva más icónicas y exitosas en el mundo: Patagonia Inc.
Yvon comenzó exportando prendas deportivas y después creó sus propios diseños, buscando la mayor comodidad para los usuarios.
Las ganancias al principio fueron muy pocas.
Pero Yvon no se rindió, convencido de que su creatividad le haría ganar terreno en el mercado, apostando por colores vivos en lugar de las tradicionales tonalidades pasteles y negras.
Yvon nunca imaginó convertirse en un hombre de negocios. Pero, conforme se adentró más en la industria, se percató de todos los problemas ambientales que ocasiona el producir ropa.
“Me di cuenta del alcance del calentamiento global y la destrucción ecológica cuando ingresé a la industria de la confección”, narró Chouinard.
Por ello, Patagonia fue una de las primeras empresas en utilizar algodón orgánico en sus prendas, en 1992.
Además, la marca es líder en la investigación y desarrollo de materiales amigables con el medio ambiente.
Desarrollaron tela polar hecha a partir de botellas de plástico recicladas y un traje de surf con un sucedáneo vegetal del neopreno.
Y también erradicaron el uso de toda clase de pigmentos para ropa, hechos con sulfatos y otros metales contaminantes.
A nivel mundial, cada año la industria de la moda consume 93.000 millones de metros cúbicos de agua.
Asimismo, el 20% del agua industrial residual proviene del tratamiento y teñido de textiles. ¡Esto es brutal e Yvon no tardó en vivir en carne propia el daño que sufría la naturaleza!
Mientras salía a hacer surf y escalar con todo el equipo de su empresa, se percató de la deforestación, el desgaste de las montañas y los demás estragos en la naturaleza.
Así que, todo el equipo de Patagonia se pronunció en contra de cualquier proyecto que dañara el medioambiente.
Demandando incluso a administraciones presidenciales. Su denuncia política más reciente la hicieron contra el gobierno de Donald Trump, que pretendía destruir hábitats naturales en Utah.
Y se comprometieron a donar, año con año, el 1% de sus ganancias a organizaciones que tienen como finalidad la recuperación y preservación de hábitats naturales.
Con su misión a favor del medioambiente clara, Patagonia se convirtió en una corporación B. Esta es una certificación otorgada por B Lab Global, exclusivamente a las empresas que tienen como prioridad ayudar a transformar la economía global para beneficiar a todas las personas, comunidades y el planeta.
En la actualidad, Patagonia está valuada en 3 mil millones de dólares.
El 88% de sus productos están hechos con materiales renovables o reciclados y esperan hacer lo mismo con el 100% de su producción para el año 2025.
La empresa asegura que ya utiliza energía 100% renovable en sus tiendas, oficinas y centros de distribución.
El compromiso de Patagonia con el medioambiente es impresionante.
El Programa de las Naciones Unidas para el Medio Ambiente (PNUMA) reconoció las acciones de la marca con su máximo galardón ambiental: el premio Campeones de la Tierra.
Pero nadie imaginó la decisión que tomaría Yvon hace unos días…
Donar el 100% de las acciones de Patagonia a Holdfast Collective, una ONG dedicada a proteger la naturaleza y combatir el cambio ambiental.
Para mantener la filosofía y valores de la empresa, Yvon creó el Patagonia Purpose Trust, con la finalidad de seguir generando anualmente 100 millones de dólares que se destinarán por completo al cuidado de nuestro único hogar.
Este empresario excéntrico, que se rehúsa a vivir en una mansión, viste ropa vieja, se traslada en un viejo Subaru y no tiene teléfono celular, nos demuestra con sus acciones en Patagonia cómo dar lo mejor de nosotros mismos, conforme a nuestras posibilidades, para cuidar de la Tierra.