¿Qué fue lo primero que vino a tu mente al escuchar agua virtual? Quizá algo intangible, algo que tiene que ver con la tecnología o tal vez alguna otra idea.
La realidad es que el agua virtual es el volumen de agua que se usa de forma directa o indirecta para producir un producto o un servicio.
Desde el agua utilizada durante el cultivo, el crecimiento, procesamiento, fabricación, transporte y venta de los productos.
Así es... hasta lo que no te imaginas contiene agua en su proceso, pero hablaremos más adelante sobre ello.
La razón por la que debes de conocer acerca de ella es, entre otras situaciones, para cuidar tus hábitos de consumo y elegir las mejores opciones que cuiden el agua.
Pero ¿De dónde surge el concepto de agua virtual?
Este concepto fue creado en 1993 por el geógrafo y profesor británico del King’s College de Londres, John Anthony Allan, quien fue galardonado en 2008 con el Premio del Agua de Estocolmo, por desarrollar un método para calcular el agua empleada en la fabricación de productos.
Así fue, que desde entonces se acuñó el término de agua virtual, para lo cual se han hecho dos metodologías para cuantificarla.
La primera metodología cuantifica el agua desde el punto de vista del productor, considerando el agua que se usó para elaborar un producto.
Eso quiere decir que los requerimientos de agua, por ejemplo, para cultivar arroz o algún otro grano serán mayores en países áridos que en países húmedos.
Mientras que la segunda metodología se enfoca más en el consumidor, y cuantifica el agua virtual como la que se utiliza para elaborar el producto en el lugar donde se requiere.
¿A qué se refiere esto?
Se refiere a cuánta agua puede ahorrar un país o región cuando se produce localmente en vez de importar un producto.
Ya que ambas situaciones presentan un considerable porcentaje de agua virtual.
Según la UNESCO estos son los litros de agua virtual que emplean algunos productos:
- Una manzana (100 g) 70
- Naranja (100 g) 50
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Porción de pan (30 g) 40
- Taza de té (250 ml) 35
- Papa (100 g) 25
- Tomate (70 g) 13
- Queso (500 g) 2500
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Hamburguesa (150 g) 2.400
- Filete de cerdo (300 g) 1440
- Filete de res (300 g) 4500
- Vaso de leche (200 ml) 200
- Leche (1 L) 1000
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Bolsa de patatas fritas (200 g) 185
- Taza de café (125 ml) 140
- Café (Jarra) 840
- Huevo (40 g) 135
- Vaso de vino (125 ml) 120
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Vino (Botella) 720
- Vaso de cerveza (250 ml) 75
- Hoja de papel A4 (80 g/m²) 10
- Par de zapatos (piel de vacuno) 8.000
- Camiseta de algodón (talla media, 500 g) 4.100
Y viene de la mano con la huella hídrica.
¿Qué es la huella hídrica y cuál es la diferencia con el agua virtual?
El agua virtual se refiere solo al volumen de agua empleada en el producto, la huella hídrica, es más que el volumen, es un indicador multidimensional.
La huella hídrica también considera el tipo de agua (agua dulce, de lluvia, aguas residuales, de procesos productivos), cuándo y dónde se usa. Esta es la diferencia.
De ambos factores es importante tomar conciencia, pues está en cada uno de nosotros el poder de cambiar nuestros hábitos de consumo y reducir en la medida posible el impacto que tenemos en el planeta para poder preservarlo.
¿Tú, qué hábitos de consumo vas a cambiar el día de hoy?