Estamos a tan solo unos días de celebrar el Día de la Independencia en México y este año es por demás especial.
Pues, por un lado, el júbilo vuelve a las calles y, además, tendremos más días de fiesta porque será un fin de semana largo.
Este año conmemoramos el 212 Aniversario de nuestro país como nación independiente.
Celebramos y recordamos a los héroes que nos dieron libertad.
Celebramos nuestra cultura, repleta de historias mágicas, personajes increíbles y voces deslumbrantes.
Celebramos nuestros colores, aromas y sabores…
Como México no hay dos y la mejor prueba de ello es nuestra riqueza gastronómica.
Tamales, pozole, pambazos, tostadas, huaraches, quesadillas (con y sin queso). Estos son solo algunos de los platillos tradicionales que se convierten en los protagonistas de la verbena popular.
Y es que, no cabe duda, los mexicanos somos más felices cuando comemos, porque barriga llena, corazón contento.
Por eso hoy te compartimos un poco de la historia de los platillos patrios, así como los mejores tips que te convertirán en el rey de la cocina en este día tan especial.
Tostadas de Tinga
Las tostadas son uno de los platillos prehispánicos más populares de la cultura mexicana, especialmente por su irresistible color rojo que nos recuerda a la bandera nacional y por su agudo picante que no deja a nadie indiferente.
En la antigüedad, las tostadas, hechas a base de maíz, se acompañaban principalmente de frijol y chile.
Fue tras la conquista que comenzaron a incluirse otros ingredientes, como carne de pollo, puerco o res, así como queso, crema y lechuga.
Se documentó por primera vez en 1881, en el libro “La cocinera poblana”, teniendo como ingredientes básicos al jitomate, la cebolla y al chile chipotle, este último ingrediente estelar que no puede faltar.
Pambazos
Los pambazos son otro de los platillos que nos hacen gritar ¡Viva México!
Estas ricuras nacieron en Veracruz y tienen un origen real.
Sí, escuchaste bien, de la realeza. Su origen se debe a un “capricho real” de la Emperatriz Carlota, esposa de Maximiliano de Habsburgo, quien fue el segundo y último emperador de México durante 1864 y 1867.
Fue durante una visita a Veracruz que la emperatriz deseaba disfrutar de un platillo diferente y su cocinero personal, Jözsef Tüdös, se inspiró en el volcán Citlaltépec para crear una exquisitez perenne al tiempo.
El pambazo original de Tüdös era un pan blanco relleno de chorizo, chipotle adobado, lechuga y queso blanco.
Si bien la receta tiene sus peculiares variaciones de región en región, en algunas zonas se le agrega jamón, se ha mantenido su esencia.
Chiles en nogada
Los chiles en nogada destacan de entre todos los platillos mexicanos por sus colores.
Nacieron en 1821, año en que Agustín de Iturbide firmó el Acta de Independencia de México.
La versión más popular sobre su origen narra que fueron unas monjas agustinas, residentes del Convento de Santa Mónica, en Puebla, quienes realizaron el platillo para recibir a Agustín y al Ejército Trigarante.
Así que decidieron hacer unos chiles poblanos rellenos de picadillo con carne de puerco y nueces de castilla, para utilizar productos de temporada.
También hicieron una salsa a base de crema, queso y azúcar.
Los colores del Ejército Trigarante son verde, blanco y rojo, los mismos que pasaron a la bandera mexicana oficial.
Para representar los tres colores del estandarte en el plato, las monjas colocaron la salsa blanca, granos de granada y hojas de perejil sobre el chile poblano capeado, naciendo así una de las recetas más suculentas de nuestra historia.
Pozole
Hemos dejado este platillo al final porque, sin duda, su origen es uno de los más polémicos en la cocina mexicana.
¡Advertencia!
Continúa solo bajo tu propio riesgo y, si lo sigues, hazlo sin prejuicios y con la mente abierta.
El pozole comenzó a prepararse en el México prehispánico, a manera de un ritual en el que solo los gobernantes (tlatoanis) y pocos guerreros de categoría alta podían degustarlo.
Seremos completamente honestos y directos contigo, para elaborar el pozole un guerrero azteca debía capturar a un guerrero de un pueblo contrario, que tuviera su misma jerarquía. Una vez capturado, era llenado de honores para impregnarlo del llamado tonalli, honor del guerrero, y finalmente era sacrificado.
De esta manera, la carne podía ser ofrendada a los dioses mexicas y era cocinada junto a maíz desgranado.
Con la llegada de los españoles, el pozole se mantuvo dentro de las festividades mexicanas más importantes.
Los evangelizadores prohibieron rotundamente el uso de carne humana y, en su lugar, se utilizó carne de pollo, cerdo y guajolote.
Este es el singular origen del pozole.
Tips para que la comida de tu noche patria sea excepcionalmente deliciosa
Ahora que ya conoces cuáles son los platillos estrella para el mes patrio, es momento de poner manos a la obra.
Pero, antes de ello, te compartimos un par de consejos esenciales que te harán tener resultados dignos de dar el grito.
1. Utiliza productos frescos
Para capturar en cada platillo lo mejor de la cocina mexicana utiliza productos frescos, en lugar de congelados. Esto aplica en cada uno de los ingredientes, desde los jitomates para la tinga y salsas, hasta las carnes.
Para lograr el máximo nivel de frescura, acude a los mercados tradicionales y cocina solo recetas con productos de temporada.
2. Cuida el agua que usas
La calidad del agua que empleas también puede afectar tus platillos patrios, especialmente si proviene del grifo porque puede tener una alta presencia de minerales como el magnesio y el calcio.
También la carne es afectada por estos minerales, haciendo que demore mucho más tiempo en cocer.
Otra sustancia habitual en el agua del grifo es el cloro y este también decolorará tus ingredientes. Pero, aún más, el sabor del cloro penetra alimentos secos como el arroz, la pasta y los frijoles (que son la materia prima de los tradicionales sopes y tlacoyos).
Ya estás completamente listo para celebrar en gran el Día de la Independencia.
Pon en práctica estos consejos y coméntanos tus resultados.