Plato blanco lleno de trozos de microplásticos

5 Lugares donde jamás imaginarías que están los Microplásticos

Primero que nada ¿Habías escuchado de los microplásticos? Hemos alcanzado un punto dónde nuestro consumo de plástico es tan alto que además de encontrarlo en recipientes, bolsas de plástico u otros lugares con los que estamos familiarizados, también se encuentran en otros lados... 

 

¿De qué estamos hablando?  

De los microplásticos, sabemos que el plástico es un material que podemos percibir fácilmente, pero qué pasaría si fuera tan pequeño que solo se pudiera observar en un microscopio. Eso sucede con los microplásticos, son pedazos pequeños de plástico menores a 5 mm de largo y que pueden ser dañinos para nuestro océano y nuestra salud. 

 

Existen estudios que dicen que 60-80% de los desechos marinos en la costa contienen plástico.  

Y, tal vez te preguntes ¿de dónde vienen los microplásticos? La respuesta es: de las actividades humanas, tanto en la tierra, como en el mar. 

Existen dos tipos de microplásticos: los primarios, que son producidos de ese tamaño a propósito y son materia prima o producto terminado, representando entre el 15-31% del plástico depositado a los océanos; y los microplásticos secundarios, que vienen de la desintegración de objetos plásticos más grandes, los cuales representan entre el 69 al 81% de los que están en el mar. 

Así que, queremos compartirte los 5 lugares donde están los microplásticos:  

  

1.En el Aire 

Cuando pensamos en microplásticos lo primero que se viene a la mente es que están en la tierra o en el océano, pero ellos también están en el aire. Janice Brahney, científica de la Universidad Estatal de Utah, descubrió los microplásticos por accidente mientras estudiaba cómo los vientos llevan nutrientes como el nitrógeno, a otros estados. 

Los microplásticos viajan largas distancias y se vuelven parte del movimiento del polvo, antes de asentarse en la tierra.  

2.En la Nieve del Ártico

Podríamos pensar que el Ártico está tan lejos que los plásticos no llegarían. Pero los científicos del Instituto Alemán Alfred Wegener de Investigación Polar y Marina y el Instituto Suizo para la investigación de la nieve y las avalanchas, encontraron microplásticos incluso ahí, estos fueron 12’000 partículas por 34 onzas de hielo derretido. 

Otros estudios han mostrado que el Ártico tiene las concentraciones más altas de microplásticos de todos los océanos del mundo. 

 

¿Cómo es posible? 

Algunos de los microplásticos vienen de fuertes corrientes del Atlántico, la mayoría del Norte de Europa, pero también se dieron cuenta que son transportados por el aire. 

Eso significa que no importa lo remoto que estén los lugares, los microplásticos encuentran una forma de llegar, en este caso por transportación aérea.  

3.Lluvia 

Los especialistas del Servicio Geológico de Estados Unidos encontraron microplásticos en el 90% de las muestras de agua de lluvia recolectada en las Montañas Rocosas de Colorado. 

Ellos estaban buscando minerales y otros materiales cuando descubrieron estos plásticos multicolores. ¡Parece que están en todas partes!

4.Peces y vida Marina

Los peces están expuestos a los microplásticos cuando ingieren o comen una presa que previamente comió microplásticos. 

Y la ingesta de plástico ocurre en varias especies, incluyendo mamíferos marinos, peces, invertebrados y aves que comen peces. Muchos de estos destinados al consumo humano, incluyendo crustáceos, peces e invertebrados. 

Por lo tanto, cuando los peces son consumidos por las personas el microplástico también está impactando en su vida... 

5.Microplásticos en la Sangre 

Los microplásticos han sido encontrados en la sangre humana, y las principales razones pueden estar asociadas al consumo de pescado y mariscos, consumo de sal, por medio de la inhalación, y el agua que las personas beben. 

Como puedes ver, hay muchas maneras en que este material llega al organismo humano, y aunque no se comprenda completamente aún el efecto, investigaciones preliminares han demostrado impactos potenciales preocupantes, incluyendo toxicidad relacionada con el tamaño, respuesta inflamatoria, trastornos intestinales y daño en órganos como pulmones, riñones, corazón, hígado, etc.

¿Cómo podemos resolver este problema? 

Aunque puede parecer algo que no se puede cambiar, sí se puede, comenzando por tus hábitos de consumo, en especial, el agua que estás bebiendo o usando para preparar tu comida. 

 

Nuestros cuerpos contienen 50-70% de agua. Pero ¿te estás hidratando con agua embotellada? Si lo estás haciendo, recuerda que su ingrediente clave sigue siendo plástico. 

Así que, es tiempo de enfocarte en las situaciones que puedes transformar, como cambiar a otra fuente de agua potable, así podrás reducir la cantidad de plástico que consumes. 

Busca opciones que te permitan hacer una diferencia para tu familia, tu salud y tu planeta. 

¿Estás listo para hacer la diferencia?

 

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